
Si estás por los Picos de Europa, no puedes dejar de hacer una parada en el Vicente Campo Restaurante en Espinama. Este lugar es el número uno de los restaurantes de la zona, con una espectacular calificación de 4,4 estrellas basada en más de 500 opiniones. Aquí encontrarás una mezcla de platos tradicionales cántabros, desde exquisitos guisos de carne hasta pescados frescos que te harán salivar. Y para los vegetarianos, también tienen opciones que te harán disfrutar al máximo.
La experiencia aquí no solo se trata de comer, sino de disfrutar de una comida que vale cada euro. Los comensales suelen recomendar la ensalada y el asado de pierna, además de un chulentón que es simplemente espectacular. Así que, si buscas buena comida en un ambiente acogedor, el Vicente Campo es definitivamente una opción que deberías considerar. ¡No te arrepentirás de degustar todo lo que tienen para ofrecer!
Horarios Vicente Campo Restaurante
| Día | Hora |
|---|---|
| lunes | Cerrado |
| martes | 13:30–16:00, 20:00–22:00 |
| miércoles | 13:30–16:00, 20:00–22:00 |
| jueves | 13:30–16:00, 20:00–22:00 |
| viernes | 13:30–16:00, 20:00–22:00 |
| sábado | 13:30–16:00, 20:00–22:00 |
| domingo | 13:30–16:00, 20:00–22:00 |
El horario podría cambiar.
Mapa Ubicación Vicente Campo Restaurante
Dónde se encuentra el Vicente Campo Restaurante
¡Hey, amigos! Si estáis planeando una escapada a Cantabria, tenéis que hacer una parada en el Vicente Campo Restaurante que, créanme, es un verdadero hallazgo. Está en Espinama, justo bajando del teleférico. Si llegáis sin reserva, no hay problema; ellos son super amables y nos atendieron genial. Nos decantamos por el segundo menú y, ¡madre mía!, las cantidades son gigantes, tanto que no pudimos terminar. Todo estaba riquísimo, especialmente el cachopo de queso, la sopa de cocido y esas natillas que son para morirse de ricas. La atención es de 10, el personal es super educado y amable. Sin duda, repetiremos y, si conocéis a alguien que vaya por la zona, ¡recomendadlo sin dudar!
Volviendo un poco más a nuestra experiencia, llegamos un poco tarde y pensábamos que tal vez no nos atenderían, pero nada más lejos de la realidad. Nos recibieron con una sonrisa y el servicio fue impecable. Si os gusta la carne, os aconsejo el menú chuletón; además, ¡es de ganadería propia! Y no podéis iros sin probar las croquetas, especialmente las de compango. Para endulzar la tarde, la tarta de queso que sirven es otro must. La puntuación que le pongo es 5 estrellas por todo: comida, servicio y ambiente.
Lo que más me encanta de este lugar es que la comida es totalmente casera. Tienen carne de vacas tudancas, que está increíblemente tierna. Solo hay un pequeño 'pero', que me pareció algo caro el agua y las cervezas (¡casi 4€ por una botella de agua!), pero en general, ¡vale la pena! Sin duda alguna, volvería.
Por cierto, celebramos el cumpleaños de mi marido justo aquí, después de pasar un buen rato en Potes y luego en Fuente Dé. Elegimos un par de opciones del menú y todas fueron un acierto total. La dueña y su hermana son un encanto, y me hizo mucha ilusión encontrar helado de dulce de leche en la carta, algo muy típico de mi país, Uruguay. El precio también estuvo bastante bien para 5 personas.
Así que ya sabéis, si estáis buscando un buen sitio para comer, el Vicente Campo Restaurante lo encontráis en Lugar, Bo. Espinama, s/n, 39588 Espinama, Cantabria. ¡No os lo perdáis!
Cuál es la calificación del Vicente Campo Restaurante
Te cuento que tuvimos una cena de lujo en Vicente Campo Restaurante y estoy aún flipando con lo bien que nos trataron. El sitio es una pasada, rodeado de un entorno precioso. Pedimos de todo: desde una sopa casera que estaba de muerte hasta unas anchoas con queso pido y pimiento que merecen un ¡bravo! Los huevos revueltos con chorizo también fueron un hit, y el estofado de buey, ni te cuento, ¡espectacular! Aunque nos dio pena que no tuvieran cachopo, lo cierto es que la carta está tan completa que se nos olvidó rápido. Acompañamos todo eso con unos postres increíbles: torrija y arroz con leche que no podían faltar. Y el servicio, un 10, ¡sin duda repetiremos!
Luego, tienes que saber que este lugar es, sin duda, el secreto mejor guardado si andas por los Picos de Europa. De verdad, si tienes la oportunidad, tienes que probar su Cocido Lebaniego. En nuestra visita, el lunes 09 de septiembre, las camareras fueron super amables, y además nos aconsejaron como auténticas profesionales. Y lo que probamos, fue todo un acierto; el Buey estofado estaba sublime y una copa de vino fue la guinda del pastel. Y no te olvides de dejar espacio para la tarta de chocolate blanco, que también es para enamorarse.
El ambiente del restaurante es acogedor, tranquilo, con una decoración cuidada al detalle que te hace sentir como en casa. El servicio, rapidísimo y muy amable, ¡un placer! Empezamos con un aperitivo de queso casero que estaba muy rico e inmediatamente pedimos unos platos que nos dejaron sin palabras: croquetas de cocido, pimientos asados con berenjena y cebolla pochada, y un cachopo de buey que es una experiencia que no puedes perderte. Con dos botellas grandes de agua, nos salió todo por apenas 60€ en total, lo cual me parece un precio super ajustado por la calidad que ofrecen.
Así que, para resumir, la calificación del Vicente Campo Restaurante es 5 estrellas en todo: comida, servicio y ambiente. Si buscas buen comer en una atmósfera relajada y acogedora, definitivamente tienes que hacerle una visita. ¡No te arrepentirás!
Cuántas opiniones han contribuido a la calificación del restaurante
Si estuvieras pensando en un lugar donde disfrutar de una buena comida rodeado de montañas, Vicente Campo Restaurante en Espinama es una joyita. Este pequeño restaurante de pueblo te da una sensación acogedora en cuanto cruzas la puerta, te lo aseguro. La cocina de calidad que ofrecen es algo para no perderse, aunque, si te soy sincero, el servicio podría mejorar un poco; en una de mis visitas, el joven camarero que nos atendió parecía más interesado en las chicas que en su trabajo. Pero bueno, eso no quita que el resto de la experiencia fuera bastante agradable.
Tienes que probar la combinación de queso de cabra, anchoas y pimientos; está para chuparse los dedos. Aunque tengo que hacer una mención especial a las albóndigas, que tienen un sabor increíble, pero podrían tener una mejor presentación para hacer justicia a lo que vale un plato allí. Hablando de precios, recuerda que, por unos 30-40 € por persona, es un buen sitio para hacer algo especial, especialmente si compensas el servicio con la calidad de la comida.
Y si eres fan de la carne, el chuletón de buey de su propia ganadería es una parada obligatoria. Me recomendaron este lugar, y no me arrepentí ni un segundo. El trato del personal es casi siempre excelente, y aunque me acomodaron sin reserva en un local lleno hasta los topes, te prometo que valió cada céntimo gastado. Los 'tomates marinos' no me convencieron del todo —y eso que me gusta la moda— pero eso no empañó mi experiencia general.
No quiero olvidarme de mencionar el ambiente, que es genial para una comida en familia o con amigos. En mi última visita por mi cumpleaños, toda la familia quedó encantada, el trato fue perfecto y la alegría de estar juntos hizo que fuera un día especial.
Por cierto, hablando de opiniones, parece que las calificaciones del restaurante están respaldadas por un buen número de valoraciones, que aseguran que su éxito no es casual. La combinación de comida y servicio ha llamado la atención de muchos, así que repetir será un must. Si alguna vez tienes la oportunidad de visitar Espinama, definitivamente dale una oportunidad a Vicente Campo. ¡No te arrepentirás!
Qué tipo de platos ofrece el Vicente Campo Restaurante
Hablando de Vicente Campo Restaurante, es de esos lugares que ya te invitan a entrar solo con mirarlo desde fuera. Es un sitio que tiene un ambiente muy acogedor, y la atención es inmejorable. En mi visita, el servicio fue super atento y amable, lo que siempre suma, ¿verdad? Tienen una variedad de menús y una carta que te hará querer probar, de verdad, todo. Para aquellos que buscan comer bien sin dejarse una fortuna, el precio ronda los 20-30 € por persona. ¡Toda una ganga para la calidad que ofrecen!
Y hablemos de la comida... ¡madre mía! El famoso cocido lebaniego es una delicia que hay que probar sí o sí. Te lo digo yo que simplemente esperaba una buena comida y me llevé una gran sorpresa. Además, si eres amante de los postres, sus opciones son irresistibles, todos caseros y exquisitos. Si quieres deleitarte, no te puedes perder ese postre de 3 leches, ¡una bomba! Después de recorrer las montañas, es el plan perfecto para reponer fuerzas.
La verdad es que aunque su especialidad son las carnes, como el chuletón de buey que no pude probar esta vez, hay muchas otras opciones riquísimas. Por ejemplo, me encantaron las croquetas de cecina y las patatas lebaniegas; aunque no son la bomba, cumplen su función. ¡Y la ensalada de queso de cabra estaba de rechupete!
Si te preguntas qué tipo de platos ofrece el Vicente Campo Restaurante, déjame decirte que aquí encuentras de todo: desde su cocido lebaniego, con un sabor espectacular y altamente recomendable, hasta sus carnes, pasando por tapas como el cachopo de queso. Sin duda, es una parada obligatoria si estás por la zona de Fuente De o Potes. Así que, ¿qué esperas para visitarlo? ¡Te aseguro que no te vas a arrepentir!
Hay opciones vegetarianas disponibles en el restaurante
Y bueno, si hablamos del Vicente Campo Restaurante en Espinama, no puedo dejar de mencionar lo agradable que fue mi experiencia. Con un ambiente tranquilo y acogedor, no es de extrañar que la gente lo recomiende tanto. Te cuento que la calidad de la comida es realmente buena y, aunque los precios son algo elevados, la relación calidad-precio hace que valga completamente la pena. Si estás planeando ir, mejor haz una reserva, porque suele llenarse rápidamente, y no querrás quedarte sin disfrutar de sus deliciosos platos.
A mí me encantó el menú que probé, y ni te cuento de los postres; ¡vaya delicia! La torrija que pedí fue espectacular y perfecta para terminar la velada. Aunque hay un par de sugerencias para mejorar, como por ejemplo optar por menos aceite en la cebolla caramelizada, lo cierto es que todo lo que probamos sabía a gloria. Además, creo que sería genial que el menú especial pudiera elegirse de forma individual; así, podrías escoger lo que realmente te apetezca sin compartirlo.
Hablando de la atención, me quedé impresionado. A pesar de que llegamos más tarde de lo habitual, a las 22:30, el personal nos atendió con una amabilidad que es difícil de encontrar. Nos hicieron un favor enorme preparándonos dos cachopos deliciosos, que estaban tan bien preparados que definitivamente los volveré a pedir en mi próxima visita. Por todo esto, el lugar se merece sus cuatro y cinco estrellas en mis notas, tanto por la comida como por el trato.
Y para aquellos que se lo pregunten, sí, hay opciones vegetarianas disponibles en el Vicente Campo. La carta es cuidada y variada, así que seguro encuentras algo rico que se ajuste a tus gustos. La sopa de cocido y croquetas son mencionadas por muchos, y para los que prefieren algo sin carne, hay alternativas que valen la pena probar. No dudes en preguntar por las opciones, ¡aquí hay algo para todos!
Cuáles son algunos de los platos recomendados por los comensales
Y así, tras ese primer bocado, te das cuenta de que Vicente Campo Restaurante es un sitio que realmente destaca. El ambiente es muy acogedor y tranquilo, ideal para disfrutar de una buena comida. La primera vez que fuimos, decidimos probar un variado de croquetas que incluía jamón de vaca y cocido, y estaban para morirse de ricas. Luego, como plato fuerte, no podíamos dejar pasar el chuletón a la piedra de su propia ganadería. La carne era espectacular y tierna, se derretía en la boca. Y no te olvides del postre: la torrija y el helado de dulce de leche son el broche perfecto para cualquier comida. Sin duda, recomiendo que lo visites.
La verdad es que fue toda una casualidad que terminásemos allí, pero ¡qué gran acierto! La camarera y la cocinera fueron súper amables y se preocuparon en todo momento por cómo iba todo. Hasta nos hicieron un hueco sin tener reserva, lo que siempre se agradece. Pedimos un menú de cachopo con sus entrantes y, para compartir, el famoso chuletón. Todo a un precio razonable, entre 30-40 € por persona, considerando la calidad de lo que sirven. Nos quedó la espina de no haber pedido el cocido lebaniego, típico de la zona, pero con todo lo que comimos, ¡nos quedamos más que satisfechos!
Cuando llegamos, ya se respiraba buena vibra desde el primer instante. La atención al cliente, la ambientación del comedor y ese olor a carne a la parrilla... ¡Es un combo difícil de resistir! Las croquetas que probamos tenían un sabor impresionante y el rebozado era tal que te dejaba con ganas de más. También me animé a probar el borono con manzana, una delicia que no sabía ni lo que era antes de llegar, pero resultó ser exquisito. Y la chuleta de 700 gramos que pedimos se hizo un hueco en mi ranking personal. ¡Sin duda, un gran acierto!
Ahora, si te preguntas cuáles son algunos de los platos recomendados por los comensales, aquí van: las croquetas de cocido y de jamón, el cachopo (que viene con sus respectivos entrantes) y, por supuesto, el chuletón de su ganadería. Y no olvides dejar espacio para la torrija, que es simplemente de otro mundo. En fin, ¡una gran experiencia que definitivamente hay que repetir!
Es el Vicente Campo Restaurante conocido por su comida tradicional cántabra
No sé si te conté cómo acabamos en Vicente Campo Restaurante, pero fue toda una aventura. La noche anterior, mi pareja y yo decidimos hacer una ruta por la montaña y, bueno, nos perdimos un poco. ¡Imagina la escena! Al final, César, el taxista del pueblo, estaba fuera de servicio y no había manera de que nos llevaran a Fuente Dé. Pero, por suerte, Asunción, la cocinera, se portó de maravilla y nos dio un aventón. Le estamos eternamente agradecidos a ella y a Salmantino, el camarero, por su amabilidad. ¡Qué manera de empezar la comida!
Ya en el restaurante, pedimos el menú del día y, para romper el hielo, elegimos una ensalada de invierno y, ¡oh, qué ricas! Las alubias veganas (Carico montañés) también estaban de 10. Cuando pensábamos que no podíamos comer más, el cachopo llegó a la mesa y, la verdad, no pudimos resistirnos. Si pasas por allí, ¡tienes que probarlo! Acompañamos eso con unos filetes de ternera con salsa de queso. Para ser justos, deberíamos haber dejado un espacio para el postre, pero nos quedamos tan satisfechos que no pudimos más.
El ambiente es genial, tranquilo y acogedor, y la atención fue de primera. Me di cuenta de que tienen varias opciones sin gluten en la carta, lo cual es un win para quienes tienen alguna restricción alimentaria. Además, ¡el pan que sirven está delicioso! Sin duda, Vicente Campo es una parada obligatoria si quieres probar la esencia del valle de Liébana.
Y respecto a la pregunta: sí, ¡definitivamente Vicente Campo Restaurante es conocido por su comida tradicional cántabra! Su cocido lebaniego es muy bueno y todo el menú tiene ese sabor auténtico que esperas de la región. La calidad de la comida, la elaboración de los platos y esa atención personalizada que recibimos son cosas que se notan y que hacen que quieras volver. Si te gusta la comida casera y contundente, ¡este es tu lugar! ¡Recomendadísimo!
El restaurante tiene opciones para aquellos que disfrutan de la carne
Así que, después de todo lo que me han contado, no puedo evitar pensar en Vicente Campo Restaurante. La verdad es que la mayoría de las críticas son bastante positivas. Mi marido y yo estuvimos allí una vez y la experiencia fue de 5 estrellas. La comida era absolutamente excelente y el trato que recibimos fue maravilloso, ¡una maravilla! Podría decir que es un lugar para repetir sin dudar y, por supuesto, recomendar con todas nuestras ganas. ¡Enhorabuena a todo el equipo!
Por otro lado, hay quien ha hecho paradas en la famosa tabla de quesos y el cocido lebaniego. Y déjame decirte, que la presentación no solo es buena, sino que ¡también te llenan! Eso sí, hay que tener en cuenta que no aceptan reservas, así que si decides lanzarte, mejor ve con tiempo. Te puedes encontrar con una espera de casi una hora si llegas cuando hay lista de espera. Pero si tienes paciencia, vale la pena el esfuerzo.
A mí, personalmente, me encanta la atmósfera del lugar. El salón es hermoso y, cuando llegas temprano, se puede disfrutar de un ambiente tranquilo. Eso sí, a medida que se va llenando, el nivel de ruido sube un poco, así que planear tu visita en momentos menos concurridos puede ser una gran idea. Me parece que lo importante es disfrutar de la calidad de los platos y la atención, que da en el clavo.
Y bueno, no todo el mundo ha tenido la misma suerte. Es una pena que algunos tengan experiencias no tan satisfactorias, como menciones de platos demasiado salados. Aunque el cocido que mencionan estaba bien, hay quienes encontraron que otros platos dejaban que desear. Espero que no te encuentres en ese lado de la moneda, porque en general, parece que la calidad es la norma. Y sí, para aquellos que son aficionados a la carne, puedes estar tranquilo, porque el restaurante ofrece opciones como lomo adobado y cocido, ¡así que no tendrás que quedarte con hambre!
Qué ambiente se puede esperar al visitar el Vicente Campo Restaurante
Y ya que estamos en el tema, tienes que saber que el Vicente Campo Restaurante es un sitio realmente especial. Yo creo que es de esos lugares que uno recuerda con una sonrisa. Claro que, como todo, tiene sus cosas. Por ejemplo, yo me quedé un poco flipado con la lentitud del servicio. Una vez pedimos las bebidas, pasaron como media hora hasta que nos tomaron la comanda. Pero, una vez que llegó la comida, la espera se olvidó rápido. Los aperitivos llegaron junto al pan y el queso para untar de cortesía, que por cierto está muy bueno.
Aparte de eso, la comida es simplemente excelente. Recuerdo haber parado ahí volviendo de Fuente Dé hacia Potes, y fue toda una grata sorpresa. Te lo digo de verdad, si no hubiéramos tenido que parar antes no sé qué hubiéramos hecho. Cada plato era una maravilla: desde la escalibada y las albóndigas hasta el solomillo a la piedra. ¡Menuda delicia! Y no sé ni cómo describir los postres, especialmente el Canónigo que, vaya, estaba espectacular. La próxima vez que regrese a Cantabria, será una de las primeras paradas.
Hablando del ambiente, te va a encantar. Tiene pura esencia lebaniega, un rincón donde uno puede sentirse realmente cómodo. El lugar es agradable, con una decoración que te hace sentir como en casa. Y algo que me sorprendió fue la atención del personal. El camarero joven que nos atendió estuvo super amable y atento, preguntando varias veces cómo estaba todo. Es un gesto que se aprecia, ¿verdad? Y aunque en algún momento me sorprendió que no ofrecieran sopa de fideos con el cocido lebanego, el caldo y el *cocido* estaban de lujo.
En definitiva, si buscas un sitio con un buen ambiente, buena comida y un toque de cariño en el servicio, el Vicente Campo Restaurante no puede faltar en tu lista. Es el tipo de lugar donde seguro que te irás con ganas de volver a probar todo lo que te quedaste con ganas. ¡No te lo pierdas!
Vale la pena gastar en una comida en el Vicente Campo Restaurante
¿Sabes qué? Si estás por Cantabria, no puedes dejar de visitar el Restaurante Vicente Campo, especialmente si vienes de Potes. La experiencia es sencillamente espectacular. El lugar está situado en un paraje único, y creedme, vale totalmente la pena hacer el desplazamiento. En este sitio han sabido crear un ambiente acogedor y amable, con una atención al cliente que es de 10. Desde que entras, te sientes como en casa, lo cual siempre suma puntos en una comida.
Si eres un amante del buen comer, aquí encontrarás un festín de sabores. Yo probé el menú del chuletón, y te digo que la carne es una auténtica maravilla, tierna y jugosa. Además, no te puedes perder los pimientos de padrón, el queso de Pido y esas anchoas que tienen un sabor auténtico. Para cerrar con broche de oro, las torrijas y la pavlova son un must. En serio, ¡no os arrepentiréis! Cada plato refleja el compromiso del restaurante con el producto local y casero.
En cuanto al precio, no está nada mal. Alrededor de 30-40 € por persona es una inversión que vale completamente la pena. La calidad de la comida, la atención y el ambiente merecen cada céntimo. Así que, si alguna vez te preguntan si vale la pena gastar en una comida en el Vicente Campo Restaurante, la respuesta es un sí rotundo. Ven y disfruta de la auténtica esencia de Cantabria en este rincón de sabor y calidez. ¡Os animo a que no os lo perdáis!








