Bodegas Arzuaga Navarro

Bodegas Arzuaga Navarro

Bodegas Arzuaga Navarro es un auténtico tesoro en la Ribera del Duero, ubicada en Quintanilla de Onésimo, Valladolid. Imagina adentrarte en la finca La Planta, donde la familia Arzuaga ha estado creando grandes vinos desde los años noventa. Aquí podrás disfrutar de diferentes etiquetas como Tinto Crianza, Reserva, Gran Reserva y hasta un Rosado que te hará volver por más. Además, su oferta no se limita solo al vino: cuentan con un restaurante galardonado con una estrella Michelin, donde la gastronomía local se sirve con impresionantes vistas de los viñedos.

Si decides hacer una visita, la experiencia es total. Puedes recorrer las instalaciones y los viñedos, participar en una degustación y, si te animas, quedarte a disfrutar de una noche en su hotel de 5 estrellas con Wine Spa Resort. El Restaurante Taller by Amaya Arzuaga promete ser un festín inolvidable, y no te olvides de explorar todo lo que ofrecen en Alimentos Valladolid. Ya sea que seas un amante del vino o simplemente busques un plan diferente, Bodegas Arzuaga es el lugar ideal.

Bodegas Arzuaga Navarro

Bodega
4,2
1.126Reseñas
Fotos
N-122, 325, 47350 Quintanilla de Onésimo, Valladolid
983 68 11 46

Horarios Bodegas Arzuaga Navarro

DíaHora
lunes7:00–1:00
martes7:00–1:00
miércoles7:00–1:00
jueves7:00–1:00
viernes7:00–1:00
sábado7:00–1:00
domingo7:00–1:00

El horario podría cambiar.

Mapa Ubicación Bodegas Arzuaga Navarro

Dónde se ubica Bodegas Arzuaga Navarro

¡Hey, amigo! Si estás pensando en hacer una escapadita a una bodega, Bodegas Arzuaga Navarro es una parada obligatoria en la ruta del Duero. No solo te van a recibir con una cálida bienvenida, sino que la visita guiada es pura magia. Te llevan a recorrer su impresionante finca en Quintanilla de Onésimo, Valladolid, donde aprenderás todo sobre cómo hacen ese vino tan delicioso, las peculiaridades del terreno y la historia detrás de cada botella. ¡No te olvides de las vistas! Es un paisaje de esos que te deja sin aliento.

Y espera, que lo mejor viene al final: ¡la cata de vinos! Aquí puedes probar varios vinos, incluido el famoso Pago Florentino, mientras disfrutas de unas tapas que, aunque pequeñas, son riquísimas. La sala de catas es un lugar perfecto para compartir risas y buenos momentos con amigos o familia. Hicimos la reserva por correo electrónico y la verdad, fue muy sencillo y cómodo. ¡Así que no hay excusa para no ir!

Eso sí, hay que decirlo. A mucha gente le ha parecido que el precio, alrededor de 80 euros por persona, puede ser un poco elevado, sobre todo si esperas un servicio de estrella Michelin en las tapas. Aunque el sommelier que nos explicó todo era un encanto y hacía la cata muy amena. Pero, para ser justos, hay quienes piensan que por ese precio deberían ofrecer algo más.

La bodega en sí, es moderna y combina lo tradicional con un toque tecnológico impresionante. Sus instalaciones están pensadas para una gran producción de vino y se siente la pasión de quienes están detrás de ella. Y si te quedas con ganas de más, ¡también tienen un restaurante de estrella Michelin llamado El Taller! Yo ya estoy planificando mi próxima visita para probarlo.

Así que, si preguntas dónde se ubica Bodegas Arzuaga Navarro, la respuesta es simple: en la N-122, 325, 47350 Quintanilla de Onésimo, Valladolid. Apunta este sitio porque seguro lo disfrutarás al máximo. ¡Nos vemos en la bodega!

Desde cuándo la familia Arzuaga ha estado produciendo vino en la Ribera del Duero

Y bueno, ¿qué les puedo contar de Bodegas Arzuaga Navarro? Es simplemente preciosa. La visita enológica que hicimos fue muy amena e informativa, gracias a Jorge, que hizo que la experiencia fuera genial. Recuerdo que al pasar por los depósitos, había una proyección que me dejó super intrigado. ¡Fue realmente fascinante! Y no solo eso, sino que tuvimos la suerte de observar algunos animales salvajes, como corzos y jabalíes, en su hábitat natural. La conexión con la naturaleza es una parte muy especial de la visita. Sin duda, recomiendo la experiencia, ¡no se la pueden perder!

En cuanto al hotel, les diré que es buena opción, aunque no estoy seguro de que merezca esas cinco estrellas. 350 euros por noche puede parecer un poco elevado, y noté ciertos "detallitos" en las habitaciones que podrían mejorar. Pero bueno, el trato del personal es genial y eso compensa mucho. Y qué decir del vino... ¡espectacular! La comida también está muy buena, así que si buscan un lugar para relajarse, esta es una buena elección.

Celebramos un cumpleaños allí y aunque al principio tardaron un poco, al final todo fue sobre ruedas. Tuvimos alguna pega con un par de platos, como el solomillo trufado que vino poco hecho para algunos y al punto para otros, pero en general, la experiencia fue muy buena. A destacar el trato de la mayoría del personal, solo tuvimos un pequeño lío con un camarero que no se tomó el tiempo de preguntar quién pedía cada cosa. Pero siempre hay algo que pulir, ¿no? La comida, sin duda, estaba deliciosa.

¡Ah! Y no puedo dejar de mencionar la cena de Nochevieja que celebramos allí. Fue realmente memorable. Todo estaba organizado al dedillo: la decoración, la comida, incluso los fuegos artificiales y la barra libre. ¡Qué manera de despedir el año! Los camareros se notaron que estaban al tanto de las solicitudes que hicimos en el menú, y a pesar de los cambios, todo salió fabuloso. Fue una velada en la que se notó el cariño que pusieron en cada detalle.

Y por último, para responder a la curiosidad de muchos, la familia Arzuaga ha estado produciendo vino en la Ribera del Duero desde 1990, así que imagínense la experiencia y el amor que le han puesto a sus vinos a lo largo de los años. Definitivamente un lugar que merece la pena visitar, aunque sea para disfrutar de un buen vinito y conocer un poco más sobre la tradición vinícola de la zona. ¡No se lo piensen más!

Qué tipos de vino se pueden encontrar en Bodegas Arzuaga

Ya te conté sobre nuestra experiencia en Bodegas Arzuaga Navarro, y de verdad, fue excepcional. Ayer, antes de que se ocultara el sol, tuvimos una cata con visita guiada genial con Clara, una chica que sabe cómo emocionar. Su energía y forma de explicar todo lo relacionado con el vino y sus procesos nos dejó a todos enganchados. ¡De verdad que es una gran profesional! Se notaba que tiene un profundo conocimiento de lo que ofrece la bodega y su alegría se contagiaba. Las instalaciones son simplemente espectaculares; jamás había visto un lugar tan bien cuidado e impresionante. Ah, ¡y cómo olvidar la experiencia con los proyectores! Es una forma de marketing superoriginal que nos dejó un recuerdo único de la visita.

Por otro lado, si hablamos de gastronomía, la experiencia en el restaurante también vale la pena. La comida es de categoría, aunque debo admitir que el personal en la parte del restaurante puede ser un poco seco y, a veces, se sienten un poco sobrados. A pesar de eso, los platos que sirven son algo increíble. Las vistas desde el comedor, aunque dan al parking, están adornadas por las viñas, lo que hace que el ambiente sea precioso. Ya te digo, el pescado es excepcional y está siempre fresco y bien cocinado. Eso sí, es un lugar ideal para darse un homenaje de vez en cuando, ya que no es para ir todos los fines de semana por el tema del precio.

Y si volvemos a la cata, tengo que mencionar a Jorge Estévez, quien nos llevó en otra visita. Este tipo es un fenómeno y se nota que tiene verdadera pasión por lo que hace. Su visita fue la “naturaleza en directo” y, de verdad, ¡100% recomendable! Es emocionante ver cómo se vive el vino desde su perspectiva, tanto en deguste como en la producción.

En cuanto a los tipos de vino que puedes encontrar en Bodegas Arzuaga, la variedad es una maravilla. Te vas a encontrar desde sus clásicos tintos que son bastante buenos y correctos, hasta opciones más especiales que reflejan su dedicación y calidad. En definitiva, es una experiencia que no solo despierta el paladar, sino también el alma vitivinícola. ¡Totalmente te lo recomiendo!

Qué hace especial al restaurante de Bodegas Arzuaga

Ya sabes que hemos estado explorando bodegas por toda España y Portugal, y la verdad es que Bodegas Arzuaga Navarro se lleva la palma. La visita que tuvimos con Jorge fue simplemente espectacular. Este chico, tan joven, tiene un don para transmitir su pasión por el vino. Nos explicó todo el proceso de forma tan didáctica y entretenida que salimos de allí con ganas de ser catadores expertos. Es un verdadero placer ver a alguien tan profesional que sabe cómo hacer que el vino cobre vida en tus manos. ¡De verdad, es una experiencia que no te puedes perder!

Ayer, además, nos decidimos a probar el restaurante de la bodega y, déjame decirte, fue un acierto total. La comida fue excelente, con platos que te hacen chuparte los dedos. Optamos por un par de raciones en la barra y el jamón ibérico fue de otro mundo. La camarera, a pesar de tener un montón de trabajo, se movía como una máquina y siempre tenía una sonrisa. Sin duda, el servicio fue top y le dio un extra a nuestra experiencia.

Sin embargo, no todo fue perfecto. Tuvimos una experiencia muy desafortunada con la atención al cliente en la recepción. Llegamos desde Murcia con mucha ilusión y, al querer asistir a una cata de vinos con nuestra pequeña, nos pusieron un montón de obstáculos. Al final, cancelamos la cata y, para nuestra sorpresa, nos hicieron pagar, lo cual no fue nada agradable. Es una pena, porque había tantas expectativas, y nos costó aceptar que en un hotel de 5 estrellas no nos trataran como se supone que deberían.

Pero volviendo a lo bueno, ¿qué hace especial al restaurante de Bodegas Arzuaga? Sin duda, la combinación de un ambiente acogedor, un servicio excepcional y platos riquísimos. Si estás pensando en una escapada, merece la pena hacer una parada aquí. Cada plato, como el lechazo o el pulpo a la brasa, se marida a la perfección con uno de sus tintos. ¡Ya estás tardando en reservar tu mesa!

El restaurante de Bodegas Arzuaga tiene alguna distinción gastronómica

Siguiendo con nuestra charla sobre la Bodega Arzuaga Navarro, hay algo que vale la pena mencionar: el tour que ofrecen. No me malinterpretes, la guía es super amable y siempre dispuesta a responder cualquier pregunta, lo que se agradece. Pero la visita en sí puede caer un poco corta, especialmente si la comparas con otras bodegas de la Ribera del Duero o de La Rioja, que suelen tener un poco más de empaque. Las instalaciones que muestras tienen su encanto, pero para el prestigio de Arzuaga, esperaría un poco más.

Ahora, si hay un rincón que realmente destaca, es la zona de la cata. El diseño es espectacular, con amplios ventanales que te dejan disfrutar de una vista hermosa a los viñedos, justo ahí sobre la carretera. Te sientas, te sirves una copa y te das cuenta de que el vino que estás probando es realmente bueno. Da un toque especial a la experiencia, te hace olvidar lo que antes pudo impresionarte menos.

Hablando de lo que verás, hay diferentes zonas en la bodega que son interesantes por derecho propio. Desde las cisternas de metal hasta las de hormigón, cada sección tiene su historia, pero la más impactante es sin duda la diseñada por Amaya Arzuaga, que destaca por su uso de la madera. De hecho, conservan una botella de todas las añadas, lo que le da un aire especial al recorrido.

Hicimos una experiencia que incluyó la visita a la finca "La Planta" y la cata en la bodega, y realmente fue fantástica. La finca es enorme y está cuidada con mucho esmero, donde puedes ver jabalíes, ciervos y muflones, lo que la hace única. Otro punto a favor es que si te topas con Carlos como guía, aprenderás muchísimo, ya que se nota que tiene una verdadera pasión por el vino. Y ni hablar de los vinos que probamos, ¡deliciosos!

Por último, quiero aclararte sobre el restaurante. Sí, la cocina de Bodegas Arzuaga tiene una Estrella Michelin, así que si te decides a comer allí, te espera una experiencia gastronómica de diez. ¡Definitivamente vale la pena hacer una parada para disfrutar de todo lo que ofrecen! En resumen, a pesar de que la visita pueda tener sus peros, la bodega se lleva un elogio por su restaurante y la calidad de su vino.

Qué se puede esperar al visitar la finca La Planta

Así que, Bodegas Arzuaga Navarro, ¡vaya joya! Quienes ya han estado allí saben de qué hablo, y quienes aún no lo han hecho, simplemente deberían atreverse a visitarla. Este lugar tiene todo: instalaciones increíbles, una cocina deliciosa y un servicio que se asegura de que te sientas como en casa. No os podéis perder el lechazo, esas morcillas de Burgos que son un verdadero lujo, y si estáis de humor, el pastel de puerros y el de cabracho son un must en la mesa. Y ojo, no olvidéis dejar espacio para la tarta fina de manzana; es simplemente indulgente.

Si eres un apasionado del vino, aquí se vive una experiencia de 10. La bodega es relativamente nueva, y lo que ofrecen en términos de tecnología y producción es realmente atractivo. No es la típica bodega antigua y polvorienta; aquí lo nuevo se fusiona muy bien con lo tradicional. En mi opinión, el crianza del 2016 es una opción notable que ofrece una relación calidad-precio que te dejará sonriendo. Y aunque las visitas pueden ser cortas, están súper bien organizadas. Tuvimos la suerte de contar con Noé, un guía que realmente sabe lo que hace y transmite su pasión por el vino de manera contagiosa. Terminar con una catita de tres vinos es la guinda del pastel.

Si decidís pasar la noche, hay dos ambientes para explorar. El edificio clásico tiene su propia magia, mientras que el nuevo con SPA es más moderno, aunque puede sentirse un poco impersonal. La cena estuvo adecuada y el desayuno fue realmente digno de recordar, sobre todo ese jamón ibérico que tiene que ser la estrella de cualquier desayuno. Ah, y la fruta fresca y el zumo natural son un gran plus.

Así que, ¿qué se puede esperar al visitar la finca La Planta? Bueno, si vais con ganas de disfrutar, aquí obtendréis un combo perfecto de vino, comida deliciosa y un servicio que no deja nada al azar. La experiencia completa, desde el recorrido por las instalaciones hasta la cata de vinos, es sin duda algo que recordaréis. Venga, no lo penséis más, ¡empezad a planear vuestra escapada ya!

Se pueden realizar degustaciones en Bodegas Arzuaga

Y si estás buscando un lugar donde desconectar un poco del bullicio diario, Bodegas Arzuaga Navarro es el sitio perfecto. La atención es de 10, con un personal súper amable que te hace sentir como en casa desde el primer momento. A nosotras nos atendió una camarera maravillosa, Laura, que además de ser simpatiquísima, nos explicó cada detalle de los vinos con una pasión contagiosa. La verdad es que todo lo que probamos estaba riquísimo, desde la comida hasta los caldos que, como bien dicen, son de muy buena calidad.

No te puedes perder el taller de iniciación a la cata que ofrece Marta, la sommelier. Este taller fue totalmente espectacular y rompió con todos esos mitos del vino que teníamos en la cabeza. Además, lo hizo de una manera tan amena y divertida que no sentimos que estábamos en una clase. Pasamos un rato genial, y ese mismo día comimos en El Taller. No quiero hacer spoiler, pero esas piezas de queso te van a volar la cabeza. Quedarás con ganas de más, te lo aseguro.

Por si fuera poco, el día siguiente decidimos visitar la Finca de La Planta, donde yo, que soy más de ciudad, me pude conectar un poco más con la naturaleza. Fue genial conocer la fauna que rodea la bodega, y la visita guiada por Carlos nos enseñó un montón. Pasar de la teoría a la práctica en la cata de vinos fue una experiencia muy enriquecedora, y lo mejor es que lo disfrutamos un montón con sus explicaciones llenas de energía.

En cuanto a si se pueden realizar degustaciones en Bodegas Arzuaga Navarro, ¡definitivamente sí! Tienen múltiples opciones de catas que puedes disfrutar, y la experiencia es increíble. Ya sea que vayas solo, con amigos o con familia, seguro que saldrás encantado y con ganas de volver. Si decides hacer una escapada, no te arrepentirás; eso es casi una garantía. ¡Salud!

Es posible alojarse en Bodegas Arzuaga

Y ya que estamos hablando de Bodegas Arzuaga Navarro, no puedo dejar de recomendarte su restaurante, que es realmente un sitio precioso con vistas increíbles. La carta es bastante amplia y tienen opciones para todos, así que no hay excusas para no disfrutar, incluso si tienes alguna intolerancia. De verdad, el cordero y el solomillo son de otro nivel, y, por supuesto, ¡no te olvides del vino! La atención del personal es un plus, siempre amables y con una sonrisa. ¡Así da gusto comer!

Por cierto, si decides pasar la noche, el hotel que tienen es una maravilla. La nuestra fue una experiencia súper positiva. Tuvimos un pequeño malentendido al principio con las visitas, pero Gonzalo nos lo solucionó en un abrir y cerrar de ojos. La visita a la bodega con Lucía fue genial, y al día siguiente nos llevamos una grata sorpresa con la finca La Planta gracias a Mario. ¡Mil gracias a los dos por hacer que nuestra estancia fuera inolvidable! Aunque es cierto que el restaurante es un poquito más caro, merece la pena cada euro, así que no te preocupes por eso.

En cuanto al desayuno, aunque es pequeño y con poca variedad, la calidad es de esas que marcan la diferencia. Mejor un plato pequeño y bueno que un buffet gigante lleno de cosas que ni se comen. Y la habitación donde nos quedamos estaba en la zona nueva, amplia y cómoda. Todo muy bien cuidado. Sobre el restaurante El Taller, ya te contaré más en otra reseña, porque ¡aquí hay mucho de qué hablar!

Y para responderte la pregunta que seguramente tienes: ¿Es posible alojarse en Bodegas Arzuaga? Sí, definitivamente puedes. Tienen un hotel muy cómodo para que puedas disfrutar de todo con calma, además de las visitas a la bodega y el restaurante. Así que no lo pienses más, ¡anímate a planear tu visita!

Fotografías Bodegas Arzuaga Navarro

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